Ben Burns (Lucas Hedges) regresa a casa en la víspera de navidad. La madre (Julia Roberts), le da la bienvenida, pero rápidamente se da cuenta que algo extraño está pasando....
Le falta sadismo. Si, leyeron bien: le falta sadismo. Esa horrorosa "terapia de conversión" por la que pasaron 700.000 personas en USA merecia se retratada con mucha mas crudeza....
Voy a ser directo: está nominada a Mejor Pelicula en los Oscars 2018 solo porque la directora y guionista es mujer; y la industria de Hollywood, sumergida en un clima de época, quiere redimirse del error que señalara Natalie Portman en los Globos de Oro ..
En el fondo es una desconcertante crítica a la idea de justicia que quiere comunicar la industria de Hollywood en numerosos policiales. Sin embargo en la forma, cruza el género, penetra en el drama y en la comedía...
Casey le hace creer al espectador que el actor de Hollywood no existe, y su lugar ha sido tomado por el personaje. Ben aún no ha logrado la capacidad de su hermano, de transportarnos al alma de un simple plomero que muta su vida 2 veces cuando se cruza con la desgracia. No es ninguna sorpresa el excelente desempeño de Michelle Williams - ya nos tiene acostumbrados - la novedad es Lucas Hedges y su adolescencia a flor de piel, casi una remake del papel de Timothy Hutton en Ordinary People (que le valió un Oscar al Mejor Actor de Reparto)