Ben-Hur (2016)
Ben-Hur (2016). “¿Cómo se atreven?”, “¿Como se les ocurre hacer una remake de una pelicula ganadora de 11 Oscars?”, “Una obra maestra no se toca”. Podemos leer cientos de pre-juicios en las críticas de esta nueva versión. Pre-juicios (asi, separado con guión , para que se entienda mejor) que funcionan como filtro mental ante el espectaculo. Para nada estamos de acuerdo. Cualquier hecho es susceptible de ser convertido en filme. No deben existir los tabúes. Aun cuando observemos que el objetivo del estudio es recaudar dinero.
Aclarado esto, vamos al punto. Adaptar una historia épica es una tarea riesgosa. Ben-Hur 2016 modifica ligeramente el argumento para poder reducir el metraje original de 3 horas 35 minutos al estandar actual de 120, y hacerlo mucho más comprensible para el nuevo espectador (y no para el crítico de cine desesperado por las comparaciones). Novedades en la realización? Personajes con conductas y vestuario mas contemporizados. En dos momentos (la carrera militar de Messala y la esclavitud de Judah) se recurre al ritmo de videoclip y a la estética de “300”. La carrera de cuádrigas, dándole primacia al movimiento, no tiene el despliegue escenográfico de 1959, pero a tener en cuenta: a fines de los 50 las películas se consumían exclusivamente en cines, y en 2016 la mayoría de los espectadores están cómodamente sentados en sus hogares frente a pantallas de todos los tamaños.
Las actuaciones de esta nueva versión no son un punto fuerte. Mientras en 1959 Charlton Heston contaba con varios minutos de cámara para entregarnos las clásicas escenas hollywoodenses sobreactuadas, supermaquilladas y sobreexpuestas a las luces, en 2016 Jack Huston (Judah Ben-Hur ) y Toby Kebbell (Messala) están al servicio del film. Morgan Freeman una vez más en su carrera interpreta a un negro sabio.
Conclusión: si desconocés la historia, nunca viste la película original de 1959, y no sos adepto a los clásicos de larga duración, esta remake te va a gustar. Menos mistica (menos “Jesus”) y mas entretenida. Y con un final que realmente emociona.