Green Book: Una amistad sin fronteras (2018) – Crítica

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Green book (2018). Es de esas pelis donde uno se encariña tanto con los personajes que comienza a desear a los 3/4 de metraje «por favor, no les pase nada malo». Peca un poco de convencional al tomar el recurso de la “pareja despareja”, tantas veces llevado a la pantalla, y hasta puede parecer una versión invertida de «Conduciendo a Miss Daisy». Pero su originalidad está en plantear el tema del racismo en formato road movie, con  el enfoque puesto en la autopercepcion, y la empatia con los demas en un grupo social.

La maquina Viggo Mortensen y Mahershala Ali funciona como reloj suizo. Sus personajes comienzan completamente opuestos entre sí en cuanto a la personalidad e ideología. El de Mortensen recuerda un poco a «Tony el Gordo» de Los Simpsons, un maton bruto y tramposo que termina desarrollando nobleza. Excelente puesta en escena para recrear las calles en 1962, presidencia de Kennedy.

NOTA: Aunque hoy parezca mentira el  director Peter Farrelly tambíen  dirigió la comedia «Loco por Mary».  y prosperar en el viaje de su vida.

 

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