Crítica: La La Land: Una historia de amor (2016)
La La Land: Una historia de amor (2016). No cometan el error de levantarse de la butaca en los primeros minutos plagados de comedia musical “teatral” y desabrida. Cuando desembarca Ryan Gosling Emma Stone deja de tener el enfoque, y la historia y el film en si mismos giran 180 grados.
Desde ya es un homenaje a la fantasía que planteaba Hollywood en su era dorada, con algunos abusos de la steadycam ( y la falta de guiños clásicos insertados en el guión al espectador de los musicales en cine) pero compensados ampliamente por delicados planos y contraplanos mas un banda de sonido incidental que dan ganas de morir escuchando jazz.
Resumen. Gosling sorprende y Stone acompaña. Y el director aprovecha.
PD: la mirada final entre Emma y Ryan va derecho a convertirse en meme.
PD2: La La Land ha recibido un total de catorce nominaciones en los Premios Oscar 2017, cifra que iguala a la película Titanic, dirigida por James Cameron en 1997 y Todo sobre Eva, dirigida por Joseph L. Mankiewicz en 1950. Estas nominaciones incluyen las siguientes categorías: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Actriz, Mejor guion original, Mejor Fotografía, Mejor Montaje, Mejor diseño de vestuario, Mejor banda sonora, Mejor canción original (“City of Stars” y “Audition (The Fools Who Dream)”), Mejor edición de sonido, Mejor sonido y Mejor diseño de producción.