Crítica – Greenland: El último refugio – Por lo menos Buenos Aires se salva
Greenland (2020). Deja de lado los clichés del relato coral y los grandes espectáculos de destrucción. Va directo al comportamiento humano en situaciones de catástrofe. Y ahi se pasa del cine catástrofe al drama familiar. Decisión acertada como en Titanic.
A diferencia del estandar de 150 millones de dólares, en este film se gastaron 30 millones. He ahi la clave: no tuvo desde la preproducción grandes pretensiones. Eso a muchos les cae bien y a otros les parece poco. Lo cierto es que no es fantasiosa, tramposa o ridícula como varios productos de Roland Emmerich. Bien por Gerard Butler, Morena Baccarin y Scott Gleen.
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