El vídeo fake del bebé cagón en Twitter que en realidad es un virus

Si vas paseando por tu timeline en Twitter y ves que un contacto seguido comparte un vídeo de un bebé cagón, ignóralo por completo. No existe tal bebé cagón, ni tal perro, ni el vídeo es un vídeo. Es una trampa, como diría el almirante Ackbar en El retorno del Jedi. Para ver el supuesto vídeo, hemos de dar permiso a una aplicación llamada ‘Twitter Video’ que parece, a todas luces, ser auténtica y legímita, y que proviene de la misma empresa de Twitter. Nada más lejos de la realidad.

Cuidado con las apps trampa en Twitter

Gracias al sitio de información tecnológica The Verge, nos hemos enterado de una nueva argucia de los ciberdelincuentes para robar datos de usuarios, esta vez a través de Twitter. La primera en darse cuenta de la trampa fue Clara Jeffery, editora jefe de la revista Mother Jones, que borró el tuit minutos después, según informan desde The Verge. La aplicación parecía legítima y la descripción del vídeo tremendamente atractiva como para no querer verlo. Nadie podría culpar a Clara Jeffery por ser un poco más curiosa de lo normal. Ni a nosotros tampoco, así que hay que andarse con mucho ojo.

Así luce la aplicación a la que había que dar permiso para ver el supuesto vídeo del bebé cagón.

Dando permiso a la app, ésta podía leer todos los tuits de nuestro timeline, ver a quienes seguimos y quienes nos siguen, actualizar nuestro perfil, escribir posts sin nuestro permiso y leer todos nuestros mensajes directos. Nos cuenta que no será capaz de leer nuestra dirección de correo ni nuestra contraseña de password. Pero esto último ni siquiera lo necesita para hacerse pasar por nosotros y escribir y publicar lo que le venga en gana. Como publicar, por ejemplo, que tenemos un genial vídeo de un bebé cagón y que, para verlo, hay que darle permiso a esta aplicación.

Hay que prestar mucha atención a las aplicaciones a las que damos permiso en Twitter. Ni siquiera las que parecen legítimas al final lo son, por eso una buena búsqueda en Google nos puede ahorrar más de un disgusto.